La pintura ha sido siempre un elemento fundamental de nuestra cultura, desde la prehistoria, donde se ilustraban las paredes con formas de animales diversos hasta nuestros días. pero al hablar de pintura no podemos olvidar aquella herramienta modesta y sencilla que es el pincel: “herramienta formada por un manojo de pelos o fibras fijados al mango por media de una pieza metálica (virola)”.
Cuando hablamos de pinceles lo hacemos de forma genérica y nos referimos a los tres tipos que podemos encontrar: la brocha, el pincel y la paletina. La brocha y el pincel son de construcción redonda, mientras que la paletina, por el contrario es un pincel plano, ancho y delgado.